Lesión de menisco
Típicamente la lesión meniscal causa dolor, sensación de chasquido y molestias a nivel de la unión de ambos huesos en la rodilla.
¿Qué es la lesión de menisco?
Los meniscos son estructuras esenciales para la función normal de la rodilla, ya que distribuyen la carga que llega desde el fémur hacia la tibia, evitando la sobrecarga. Están compuestos de fibrocartílago y desempeñan diversas funciones, como la amortiguación, estabilidad y aumento del contacto entre las superficies articulares, lo que disminuye el roce entre los componentes óseos de la rodilla.
La lesión del menisco suele ser causada por un movimiento de flexión/rotación de la rodilla manteniendo el pie estático.
En función de la intensidad del mecanismo de lesión, se puede producir un desgarro parcial o una rotura completa del menisco, que incluso puede despegarlo desde su origen (desinserción).
Lesiones articulares de rodilla tratadas por artroscopia
Se pueden tratar varios padecimientos por artroscopia, dentro de los más comunes tenemos:
Síntomas
Los síntomas incluyen dolor en la superficie interna o externa de la rodilla, bloqueo de la rodilla e inflamación de la misma, lo que puede limitar su movilidad.
Diagnóstico
Para confirmar el diagnóstico, además de la exploración física, se requieren estudios de imagen, siendo la resonancia magnética el estudio de preferencia. Si se produce una lesión de menisco, la artroscopia es una técnica que permite realizar una intervención quirúrgica con una recuperación más rápida y menos dolorosa que una cirugía abierta.
Tratamiento
Tratamiento de lesiones meniscales depende de la gravedad de la lesión y los síntomas del paciente, tales como dolor, derrame articular o bloqueo articular.
La reparación de los meniscos se lleva a cabo mediante artroscopia y con implantes que permiten la sutura desde el interior de la articulación. Este procedimiento generalmente tarda de 1 a 2 horas y, en muchos casos, se permite el alta médica al día siguiente.
Postoperatorio
El tratamiento de una lesión de menisco depende de la gravedad de la lesión y de los síntomas que presente el paciente.
En casos leves, se puede utilizar un tratamiento conservador, que puede incluir reposo, aplicación de hielo, fisioterapia y medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación. En casos más graves, puede ser necesario realizar una cirugía de reparación o de resección del menisco. La reparación del menisco se realiza por artroscopia y puede involucrar la sutura del menisco con implantes especiales.
El tiempo de recuperación depende del tipo de tratamiento y de la gravedad de la lesión, pero en general, los pacientes pueden volver a sus actividades normales después de algunas semanas o meses de rehabilitación y cuidados adecuados. Es importante que los pacientes sigan las recomendaciones de su médico y fisioterapeuta para asegurar una recuperación adecuada y prevenir futuras lesiones.
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