El reemplazo articular de rodilla mediante prótesis es una intervención quirúrgica que implica la eliminación del hueso y cartílago afectados para ser reemplazados por componentes fabricados con aleaciones metálicas y plásticos de alta densidad, como el polietileno. Estos componentes están diseñados para simular el movimiento natural de la rodilla, permitiendo un deslizamiento suave y cómodo.
Existen diversas opciones de prótesis que permiten al cirujano adaptarla de manera personalizada en función del grado de daño, edad y nivel de actividad física del paciente.
Si su rodilla está dañada severamente debido a la artrosis o a una lesión previa, seguramente le es difícil realizar simples actividades cotidianas, como caminar o subir escaleras. Incluso es posible que comience a experimentar dolor estando sentado o acostado.
Si los medicamentos, los cambios en sus niveles de actividad y el uso de asistencias para caminar (andadera) ya no le ayudan, entonces debe considerar la posibilidad de una cirugía de reemplazo total de rodilla.
Al restaurar las superficies articulares dañadas y desgastadas de su rodilla, la cirugía de reemplazo total de rodilla puede aliviar su dolor, corregir la deformidad o desviación de su pierna y ayudarle a realizar sus actividades cotidianas.
La causa más frecuente de reemplazo de rodilla es la artrosis de la articulación causada por el desgaste (osteoartritis). En la osteoartritis se produce una erosión del cartílago que ayuda al movimiento de deslizamiento de la rodilla.
El reemplazo articular por una prótesis consigue aliviar el dolor cuando otras terapias han fracasado. Además, permite restaurar la función de la articulación dañada por la artrosis y alinear la rodilla.
La decisión de someterse o no a una cirugía de reemplazo total de la rodilla debe ser mutua entre paciente, familiares cercanos y médico tratante. El primer paso es realizar una evaluación con el fin de determinar si usted puede beneficiarse de esta cirugía.
La mayoría de los pacientes que se someten a reemplazos totales de rodilla se encuentran entre los 60 y 80 años de edad, sin embargo cada paciente debe ser evaluado de manera individual. Las recomendaciones para la cirugía están basadas en el nivel de dolor e incapacidad del paciente, y no en la edad.
El reemplazo de rodilla es uno de los avances en la cirugía ortopédica más importantes y fue realizado por primera vez en el año 1968. Las mejoras a los materiales y técnicas quirúrgicas que se han realizado desde entonces han aumentado su eficacia en gran medida. Cada año, se llevan a cabo aproximadamente 300,000 reemplazos totales de rodilla en los EE.UU.
Entre las razones que indican que usted se beneficiará de un reemplazo total de rodilla se encuentran comúnmente:
Los resultados optimos de una cirugía de prótesis de rodilla dependen de la correcta selección de los casos que deben operarse, del procedimiento técnico y de la rehabilitación cuidadosa. El éxito es en conjunto del Cirujano Ortopédico y del paciente al tener apego y disciplina al tratamiento. La experiencia del equipo quirúrgico es clave en el éxito de la intervención.
Por otra parte, la rehabilitación temprana por un equipo experimentado mejora la recuperación funcional tras la cirugía.
Es una cirugía mayor en la cual se sustituyen las superficies de cartílago lesionado (desgastado) por implantes de metal en el fémur y tibia. Entre los componentes metálicos, se coloca un implante compuesto de polietileno de alta densidad (plástico muy resistente) que permite su desplazamiento entre sí. También se coloca polietileno en la superficie interna de la rótula.
La cirugía esta indicada cuando el desgaste del cartílago de las superficies articulares (osteoartrosis) es tan importante que genera un dolor que limita las actividades cotidianas del paciente.
Tiene como objetivo disminuir el dolor de la articulación, permitiendo mejorar la movilidad de la rodilla (flexión y extensión).
El procedimiento quirúrgico tiene una duración de entre 15 a 20 años con los nuevos materiales y de acuerdo al cuidado que se tenga.
Generalmente se opera el mismo día en el que se interna y el procedimiento tiene una duración aproximada de 2 horas.
El tipo de anestesia generalmente es regional (bloqueo en la espalda). Dentro de nuestro equipo quirúrgico, el especialista anestesiólogo explicará a detalle las características de dicho procedimiento resolviendo las dudas que pueda presentar el paciente.
Una vez concluida la cirugía, el paciente se trasladará a una habitación en la cual se mantendrá hasta su alta. Durante la estancia hospitalaria se administraran medicamentos analgésicos, antitrombóticos (evitan formación de coágulos) y antibióticos que disminuirán el riesgo de infección.
Posteriormente se inician ejercicios de rehabilitación (flexión y extensión de rodilla) que permitirán mejorar la movilidad de forma exponencial. El paciente iniciará el apoyo de la extremidad y la deambulación (caminar) con la ayuda de una andadera.
Una vez dado de alta, el paciente llevará consigo receta médica en la cual se anotarán medicamentos para el dolor y para evitar la formación de coágulos.